¿Quién se resiste? Encontré la receta en Mi dulce tentación y sabiendo que tenía una lata de leche condensada en la despensa, yo por supuesto que no me pude resistir.
Ingredientes (para unas dos docenas de rosquillos):
Elaboración:
En un bol, mezclar la leche condensada con los huevos y la ralladura del limón batiendo durante 10 minutos. Añadir la harina "necesaria" junto con la levadura hasta formar una masa que no se pegue a los dedos. (Yo al principio removí con las varillas, luego con una cuchara y finalmente con las manos.) Se aprecia exactamente cuándo la masa comienza a despegarse al cuenco en el que la estemos trabajando y ya no admite más harina.
Tomar porciones pequeñas de masa y hacer unos churros con ella. Unir las dos puntas dando forma de rosquillo. Freír los rosquillos en abundante aceite a temperatura media (aunque en la receta original pone "caliente"), para que no se quemen demasiado rápido por fuera y a la masa le dé tiempo a subir. Al sacarlos del aceite, rebozar los rosquillos en azúcar mezclado con canela.
Están riiiiiiiiicos.
* Por un fallo en la lista de la compra tenía en la despensa harina de bizcochos en vez de harina de repostería. Como este tipo de harina ya lleva incorporado gasificante, hice la masa sin usar levadura y creo que resultó igual de bien.
7 Degustaciones
¡¡¡¡Me encantan esos roscos!!!!!!!
*salibeeeea*
Pues ahí tienes la receta. :)
Dios mío, que pinta tienen esos roscos (modo babeando ON)
Saben prácticamente igual que los roscos fritos tradicionales. Quizás le falte el toquecillo del anís. La próxima vez que los haga intentaré mejorarlos. :)
Madre mia que buena pinta!
Me la apunto :)
Mmmmmmmmmmmmmmmmm te quedaron estupendas, ricas y muy bonitas.
Besos.
¡Silvia! Qué ilusión tu comentario. Enhorabuena por tu blog, que si no llega a ser por él estos rosquillos nunca los habría hecho.
Un besote.
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